miércoles, 16 de marzo de 2016

la comunicacion contemporanea en el contexto cultural de als tecnologias digitales

1.1       LA COMUNICACIÓN CONTEMPORANEA EN EL COPNTEXTO CULTURAL DE LAS TECNOLOGIAS DIGITALES

La relación  entre cultura y comunicación es paradójica y a menudo incomprendida en nuestra sociedad contemporánea. No hay cultura socialmente existente que no tenga, unido a ella, un plan de difusión y, por tanto, una comunicación constante ante determinados sectores sociales, por pequeños que estos sean.

Comunicación.

La comunicación en un tipo de actividad compleja, especial, y su motivo es la interacción, transmisión o influencia sobre el otro integrante de la relación comunicativa.

Cultura contemporánea

La cultura contemporánea es muy compleja. Su proximidad, su diversidad y la gran capacidad de creación y comunicación que caracterizan al mundo actual convierten la realidad cultural en la que vivimos en un fenómeno inabarcable.

Los medios de comunicación en general e Internet en particular producen una difusión masiva de corrientes culturales y estereotipos sociales. En poco tiempo, una forma cultural concreta, surgida en un entorno restringido, se convierte en un fenómeno de masas cuyas señas de identidad aparecen en televisión, se reflejan en el cine o ganan adeptos en las redes sociales de Internet.

A finales de la década de los años noventa, en diversos informes, ponencias, declaraciones, estudios, investigaciones o artículos periodísticos dedicados a la vertiginosa e importante evolución del hombre y la sociedad frente al nuevo siglo XXI, apareció un nuevo concepto que se ha convertido en un término de moda: la llamada convergencia digital de los medios y tecnologías de información y comunicación (Tics).
Al principio, y dentro del campo de las denominadas Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (NTIC), se comenzó a utilizar el concepto de la conversión tecnológica para nombrar la integración que podía alcanzar la futura digitalización de los procesos de producción y difusión audiovisual, pero sobre todo, a partir de la fusión de la informática y las telecomunicaciones, lo cual dio como fruto la llamada teleinformática, conocida posteriormente con la noción de telemática.
A pesar de la extensa divulgación que ha tenido la noción NTIC en los recientes pasados años, todavía sigue existiendo una concepción muy restringida del término, reducido casi siempre a la última aparición tecnológica de algún dispositivo técnico, equipo físico o servicio agregado o de valor añadido de los medios de comunicación e información: teléfono o fax, radio o televisión, transmisión o difusión por cable o satélite, radiomensajería, videotexto o teletexto, informática o computación, grabación de audio o vídeo en casete o disco óptico, sonidos estereofónicos, teleinformática o telemática, Minitel o Internet, videoteléfono, tele o videoconferencia interactiva, radio o televisión digital, imágenes de alta definición o resolución, cine - home, realidad virtual o visión de síntesis, pantalla plana de plasma o cristal líquido, telefonía celular o móvil, etc.

Ha sido sin duda durante la última mitad del pasado siglo XX, cuando la civilización actual se convirtió quizá en un testigo privilegiado del nacimiento y evolución más espectacular que ha tenido uno de los procesos sociales más influyentes en la vida cotidiana de los seres humanos: el de medios de comunicación e información, pero en especial el de las telecomunicaciones y de la teledifusión con la radio y televisión, frutos indiscutibles de esta sociedad.

Nunca en un período tan corto de la historia de la humanidad, las tecnologías de comunicación del hombre han evolucionado tan rápido como ha ocurrido durante este siglo XX. Observando la siguiente gráfica, podemos reconocer e identificar este desarrollo espectacular que se ha venido estudiando y comentado en los distintos sectores y medios públicos y privados interesados en su conocimiento, utilización o aplicación social y comercial. Es cierto que el nacimiento de las telecomunicaciones, se inicia a partir de la segunda mitad del siglo XIX, pero la verdadera tendencia empieza en la segunda mitad del siglo XX, alcanzando su máximo desarrollo a principios de este nuevo siglo XXI. Sólo han pasado 50 años, y a pesar de la existencia de múltiples medios que han surgido, su convergencia digital se ha vuelto un hecho incontestable.
Cuatro grandes acontecimientos convergentes han estado determinando el impresionante papel y evolución que los medios de comunicación han alcanzado en la mayoría de nuestras sociedades; ellos son:
1. El descubrimiento, aparición y desarrollo de nuevas tecnologías generadas desde el campo de las matemáticas, la física o la química y aplicadas en los campos de la electrónica y la óptica de los nuevos materiales y de la micro o nanotecnología, de la informática, de la ingeniería aeroespacial, y por extensión convergente en las de las telecomunicaciones y de la teledifusión.
2. La globalización de la economía internacional con la presencia, cada vez más creciente, de grupos industriales y comerciales multinacionales que apuestan por la completa internacionalización de sus estructuras y procesos sociales de producción, comercialización y consumo de bienes y servicios, y en especial los de las telecomunicaciones y la teledifusión.
3. La pronta desregularización político-jurídico de los marcos normativos que reglamentaban el funcionamiento y uso de los bienes y servicios de las comunicaciones como patrimonios exclusivos del servicio público en manos de los gobiernos y Estados de la mayoría de los países del mundo entero.
4. El cambio permanente de mentalidades, hábitos y consumos culturales de los seres humanos de las actuales sociedades industrializadas y en vías de industrialización, que han hecho de los medios de comunicación parte de su vida cotidiana y de sus representaciones simbólicas e ideológicas más valoradas tanto en el ámbito social como en el individual.

La sociedad actual está marcada por el rápido desarrollo de recursos para la comunicación y la información, por lo que se ha denominado a veces “la era de la información”. En las últimas décadas hemos colocado a nuestra sociedad un sinfín de etiquetas –sociedad de la información, sociedad del conocimiento, sociedad en red– poniendo así de relieve la importancia que las estructuras de la información y la comunicación tienen en nuestra vida cotidiana. La magnitud de los cambios que ha sufrido nuestra sociedad se refleja en cómo nos referimos a ella, hablando de la “revolución”, más que de “evolución”, que se está produciendo en la información y que está influyendo en esos cambios. Las expresiones “sociedad de la información”, “sociedad en red” o “sociedad del conocimiento” son de corte político y no tienen un significado preciso. Estas expresiones pueden significar más información, más infraestructuras de comunicación, más lucro para el sector empresarial o incluso la emancipación de los ciudadanos de nuestra sociedad. Generalmente reflejan una visión determinista: que el desarrollo de infraestructuras y servicios de TIC (Tecnología de Información y Comunicaciones) contribuye al desarrollo social.
Aunque las expresiones como “sociedad de la información” “sociedad en red” o “sociedad del conocimiento “se hayan definido ya en términos generales, la sociedad moderna, en la que vivimos hoy, puede definirse con más precisión.
El debate sobre la sociedad de la información suele centrarse en cuestiones relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y con el potencial de Internet, en lugar de hacerlo en los cambios, más profundos, que se están produciendo en nuestro ecosistema cultural (y de medios) en ese nuevo contexto que han configurado las tecnologías digitales. La cultura y la comunicación son dos conceptos estrechamente relacionados. El diccionario Webster ofrece distintas definiciones de cultura.
1. La cultura como un modelo integrado del conocimiento, las creencias y el comportamiento humano, que depende de la capacidad del hombre para aprender y transmitir el conocimiento a las generaciones posteriores.
2. La cultura como conjunto de creencias, normas sociales y rasgos materiales de un grupo racial, religioso o social, que vienen impuestas por la costumbre.


La tecnología no provoca determinados efectos de manera lineal, sino en combinación con muchos otros elementos, con los que crea una situación de viabilidad “que sugiere un futuro posible, en lugar de determinarlo” (Hawk y Rieder, 2008: xvii). Las complejas tecnologías que estamos utilizando ahora no pueden contemplarse como meras herramientas que nos ayudan a superar determinadas limitaciones (porque entonces serían técnicas, y no tecnologías): deben considerarse como entornos
En la actualidad utilizamos la tecnología digital casi sin darnos cuenta: está presente en todos los segmentos del comercio, en todas nuestras transacciones financieras, desde el cajero automático hasta las operaciones bursátiles en el mercado de valores. Los sistemas de control de tráfico, los equipos médicos o de otra índole, los ascensores, etc., están ya controlados por sistemas digitales, o se activan con ellos. “La mayor parte de los formatos de los medios de comunicación, televisión, grabación de música, películas, etc., se producen y, cada vez más, se distribuyen por medios digitales. Estos sistemas están empezando a combinarse con formatos digitales como Internet, la red mundial, y los juegos de vídeo, para configurar un paisaje. En la sociedad de hoy se pueden observar diferentes tendencias que se apoyan en gran medida en los recursos de información y comunicación. Por un lado, las TIC y las redes digitales son una infraestructura necesaria que facilita los procesos de globalización, y se emplean para dar apoyo a los procesos de producción y a los mercados globales, haciendo posible un control y una coordinación centralizados sobre una serie de unidades de producción dispersas. Por otra parte, Internet es una herramienta de comunicación muy utilizada por ciudadanos, activistas En Internet, como sucede en el mundo real, no todo el mundo es igual: las posibilidades dependen de los recursos disponibles















1.2      El papel predominante del emisor en la sociedad red
Características de la sociedad red
La forma como se establecen, mantienen, modifican o destruyen estas relaciones cambia ante el nuevo paradigma social en el que se entra a mediados del siglo XX. La nueva sociedad, la sociedad red, nace de una revolución tecnológica basada en la información y el conocimiento y genera una nueva economía cuyas tres características fundamentales son:
La nueva economía es informacional, de forma que la generación y transformación de la información son determinantes en la productividad del sistema.
La nueva economía es global, es decir, opera a nivel planetario.
La nueva economía está en red, dando lugar a la empresa-red, organización económica de nuevo cuño con alta flexibilidad y operatividad, de configuración variable y que funciona como una red: plana en jerarquías y donde lo importante es la interconexión de los distintos nodos.
Estas características de la nueva economía cambian radicalmente la forma en que se dan las relaciones de producción, experiencia y poder, redefiniendo el mercado de trabajo y el empleo, la cultura, la política, el Estado, el consumo, etc. y las sociedades capitalistas
A finales de la década de los años noventa, en diversos informes, ponencias, declaraciones, estudios, investigaciones o artículos periodísticos dedicados a la vertiginosa e importante evolución del hombre y la sociedad frente al nuevo siglo XXI, apareció un nuevo concepto que se ha convertido en un término de moda: la llamada convergencia digitalde los medios y tecnologías de información y comunicación (TICs).
Al principio, y dentro del campo de las denominadas Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (NTIC), se comenzó a utilizar el concepto de la conversión tecnológica para nombrar la integración que podía alcanzar la futura digitalización de los procesos de producción y difusión audiovisual, pero sobre todo, a partir de la fusión de la informática y las telecomunicaciones, lo cual dio como fruto la llamada teleinformática, conocida posteriormente con la noción de telemática.
Sin embargo, cuando se plantea la noción de convergencia digital de los medios de comunicación e información dentro de este contexto tecnológico, se habla del acercamiento o aproximación entre los medios audiovisuales de la radio y televisión digital con las telecomunicaciones y, en especial, a partir de la aparición de la televisión digital interactiva, sea terrestre, por cable o vía satélite, la incorporación de la imagen en movimiento de larga duración en Internet de banda ancha y, en un futuro muy próximo, dentro de su integración como servicios y aplicaciones de la comunicación móvil aportada por la reciente telefonía celular.
En realidad, impulsados por esa convergencia digital, los rápidos y profundos transformaciones estructurales que se producen en los medios audiovisuales y en las telecomunicaciones, no sólo han vuelto obsoletos los marcos legales o jurídicos que norman su funcionamiento, sino también han cambiado sus modos de acceso, utilización y consumo de sus servicios y contenidos, así como en la preparación, producción y realización de los mensajes y materiales que difunden, distribuyen o transmiten.
No hay que olvidar por otra parte, que es la propia digitalización de los medios de información y comunicación, la base fundamental de la convergencia tecnológica, o bien la de sus servicios o contenidos convergentes; y en tanto que desarrollo tecnológico de la sociedad contemporánea, esta convergencia digital, merece especial interés poder conocer y analizar todas las consecuencias sociales, económicas, políticas o culturales que se producirán con la transformación digital de los actuales soportes analógicos, los cuales deberán desaparecer jurídica y tecnológicamente en los países industrialmente avanzados en el año 2012. De hecho, la actual convergencia digital de los medios de información y comunicación están transformando los hábitos tecnológicos de sus diversos usuarios, pero sobre todo, de los profesionales que trabajan en ellos, tanto en la preparación y desarrollo de sus servicios como en la producción y realización de sus contenidos. Y el impacto social de esta convergencia se traduce no sólo en el campo de la mercadotecnia, el entretenimiento o la información donde se utilizan asiduamente los medios de comunicación, sino que también incide muy rápidamente en su aplicación para la cultura y la educación
Con esta consideración, la importancia que actualmente tiene la convergencia digital de los medios de información y comunicación en el ámbito de la educación y la cultura, se visualiza otra vez a partir de la nueva oportunidad y posibilidad que las tecnologías digitales ofrecen para: poyar y enriquecer todos aquellos procesos pedagógicos, didácticos o de divulgación del conocimiento que se requieren en el campo de la enseñanza y aprendizaje, en sus modalidades presenciales, virtuales Ayudar a disminuir o suprimir la brecha digital o fractura numérica de las poblaciones de la mayoría de los países del mundo al introducir a través de la educación y de los espacios y actividades educativas y culturales, un mayor y mejor acceso a los medios, contenidos, servicios y redes de comunicación puestas a disposición en la creación de la futura sociedad de la información y del conocimiento del actual siglo XXI. o a distancia



1.3 Nuevos contextos de recepción, nuevos lugares de aprendizaje


Contexto de recepción
El contexto de recepción es la perspectiva particular que da un lector a una obra, dependiendo de su edad, historia familiar, experiencias de vida, nacionalidad, aprendizajes e incluso su estado de ánimo. El lector interpreta una obra involucrando su historia personal con la que aparece en el libro, entregándole sentido a lo que lee. Siendo esta recepción de la obra totalmente subjetiva ya que los factores determinantes dependerán exclusivamente de el lector.
El contexto de recepción es el momento o realidad cultural que rodea la lectura de una obra determinada, independientemente del momento de su producción. Este concepto es importante porque justifica que cada lectura es un proceso distinto, incluso si un mismo lector la lleva a cabo en dos momentos diferentes de su vida. el emisor tiene su contexto y desde él escribe su obra y la cierra en el punto final; el lector abre posteriormente esa obra y la decodifica desde otro contexto para construir un sentido.
El contexto de recepción es la perspectiva particular que da un lector a una obra, dependiendo de su edad, historia familiar, experiencias de vida, nacionalidad , aprendizajes e incluso su estado de ánimo. El lector interpreta una obra involucrando su historia personal con la que aparece en el libro, entregándole sentido a lo que lee.
Como en todo proceso comunicativo, el receptor de una obra dramática debe decodificar el mensaje que el emisor (autor/actor) le comunica. El lector, en el caso del texto dramático, al momento de hacer la decodificación, utiliza los elementos propios que le permiten entender el mensaje. Para hacerlo, el lector debe comprender el texto para poder analizarlo y finalmente interpretarlo.
Por lo consiguiente: En el caso de una puesta en escena ocurre de manera similar, la comprensión se da en el momento en que se está observando la obra; el análisis y la interpretación son posteriores. La interpretación de una obra también tendrá que ver con el entorno social, ya que el lector utilizará en ella sus experiencias propias.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) han atravesado todos los aspectos de la nuestra vida, cambiando nuestra visión del mundo. En consecuencia, también se han modificado y complejizado los patrones de acceso al conocimiento y de relación interpersonal.

Este mundo tecnológico, cada vez más complejo, nos desafía a volver, una vez más, sobre las ideas del aprender y del enseñar. Creemos que en ese punto podremos basar una oportuna reflexión acerca de cómo incluir tecnologías en nuestras prácticas de enseñanza.

La reflexión sobre la estructura y principios de funcionamiento de las tecnologías debe estar presente en la formación de docentes. Por ejemplo, como una materia o visión transversal de un área de materias dentro del plan de estudios de formación de docentes.

Debemos ser realistas y no creer que sea posible formar expertos en el uso de todas las tecnologías, sino profesionales críticos y responsables en esta área.
  Tecnología como escenario virtual de enseñanza y aprendizaje

Requiere analizar los nuevos escenarios que han surgido como resultado de la "hibridación" de los modelos de enseñanza llamados tradicionales, representados por la educación presencial y la educación a distancia como dos manifestaciones diferentes y hasta con cierto grado de rivalidad1. Entender que la tecnología nos ayuda a construir nuevos escenarios de interacción y enseñanza nos permite ver tres variables interdependientes:
a)    El cambio del rol de docentes y estudiantes que supone el trabajo con TICs.
b)    Las modificaciones en el perfil y la formación de los docentes.

c) Las estrategias de aprendizaje de los estudiantes.
nuestro mundo de hoy

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