1.1 LA COMUNICACIÓN
CONTEMPORANEA EN EL COPNTEXTO CULTURAL DE LAS TECNOLOGIAS DIGITALES
La
relación entre cultura y comunicación es
paradójica y a menudo incomprendida en nuestra sociedad contemporánea. No hay
cultura socialmente existente que no tenga, unido a ella, un plan de difusión
y, por tanto, una comunicación constante ante determinados sectores sociales,
por pequeños que estos sean.
Comunicación.
La
comunicación en un tipo de actividad compleja, especial, y su motivo es la
interacción, transmisión o influencia sobre el otro integrante de la relación
comunicativa.
Cultura
contemporánea
La
cultura contemporánea es muy compleja. Su proximidad, su diversidad y la gran
capacidad de creación y comunicación que caracterizan al mundo actual convierten
la realidad cultural en la que vivimos en un fenómeno inabarcable.
Los
medios de comunicación en general e Internet en particular producen una
difusión masiva de corrientes culturales y estereotipos sociales. En poco
tiempo, una forma cultural concreta, surgida en un entorno restringido, se
convierte en un fenómeno de masas cuyas señas de identidad aparecen en
televisión, se reflejan en el cine o ganan adeptos en las redes sociales de
Internet.
A finales de la década de los años noventa, en
diversos informes, ponencias, declaraciones, estudios, investigaciones o
artículos periodísticos dedicados a la vertiginosa e importante evolución del
hombre y la sociedad frente al nuevo siglo XXI, apareció un nuevo concepto que
se ha convertido en un término de moda: la llamada convergencia digital de los medios y tecnologías de información y
comunicación (Tics).
Al
principio, y dentro del campo de las denominadas Nuevas Tecnologías
de Información
y Comunicación (NTIC), se comenzó a utilizar el concepto de la conversión
tecnológica para
nombrar la integración que podía alcanzar la futura digitalización de los procesos de producción y
difusión audiovisual, pero sobre todo, a partir de la fusión de la
informática y las telecomunicaciones, lo cual dio como
fruto la llamada teleinformática, conocida posteriormente con la noción de telemática.
A pesar de la extensa divulgación que ha
tenido la noción NTIC en los recientes pasados años, todavía sigue existiendo
una concepción muy restringida del término, reducido casi siempre a la última
aparición tecnológica de algún dispositivo técnico, equipo físico o servicio
agregado o de valor añadido de los medios de comunicación e información:
teléfono o fax, radio o televisión, transmisión o difusión por cable o
satélite, radiomensajería, videotexto o teletexto, informática o computación,
grabación de audio o vídeo en casete o disco óptico, sonidos estereofónicos,
teleinformática o telemática, Minitel o Internet, videoteléfono, tele o
videoconferencia interactiva, radio o televisión digital, imágenes de alta
definición o resolución, cine - home, realidad virtual o visión de síntesis,
pantalla plana de plasma o cristal líquido, telefonía celular o móvil, etc.
Ha sido sin duda durante la última mitad del
pasado siglo XX, cuando la civilización actual se convirtió quizá en un testigo
privilegiado del nacimiento y evolución más espectacular que ha tenido uno de
los procesos sociales más influyentes en la vida cotidiana de los seres
humanos: el de medios de comunicación e información, pero en especial el de las
telecomunicaciones y de la teledifusión con la radio y televisión, frutos
indiscutibles de esta sociedad.
Nunca en un período tan corto de la historia de
la humanidad, las tecnologías de comunicación del hombre han evolucionado tan
rápido como ha ocurrido durante este siglo XX. Observando la siguiente gráfica,
podemos reconocer e identificar este desarrollo espectacular que se ha venido
estudiando y comentado en los distintos sectores y medios públicos y privados
interesados en su conocimiento, utilización o aplicación social y comercial. Es
cierto que el nacimiento de las telecomunicaciones, se inicia a partir de la
segunda mitad del siglo XIX, pero la verdadera tendencia empieza en la segunda
mitad del siglo XX, alcanzando su máximo desarrollo a principios de este nuevo
siglo XXI. Sólo han pasado 50 años, y a pesar de la existencia de múltiples
medios que han surgido, su convergencia digital se ha vuelto un hecho
incontestable.
Cuatro grandes acontecimientos convergentes han estado determinando
el impresionante papel y evolución que los medios de comunicación han alcanzado
en la mayoría de nuestras sociedades; ellos son:
1. El descubrimiento, aparición y desarrollo de nuevas tecnologías generadas desde el campo de las
matemáticas, la física o la química y aplicadas en los campos de la electrónica
y la óptica de los nuevos materiales y de la micro o nanotecnología, de la
informática, de la ingeniería aeroespacial, y por extensión convergente en las
de las telecomunicaciones y de la teledifusión.
2. La globalización de la economía internacional con la presencia, cada vez más
creciente, de grupos industriales y comerciales multinacionales que apuestan
por la completa internacionalización de sus estructuras y procesos sociales de
producción, comercialización y consumo de bienes y servicios, y en especial los
de las telecomunicaciones y la teledifusión.
3. La pronta desregularización político-jurídico de los marcos normativos que reglamentaban el funcionamiento y
uso de los bienes y servicios de las comunicaciones como patrimonios exclusivos
del servicio público en manos de los gobiernos y Estados de la mayoría de los
países del mundo entero.
4. El cambio permanente de mentalidades, hábitos y consumos culturales de los seres humanos de las actuales
sociedades industrializadas y en vías de industrialización, que han hecho de
los medios de comunicación parte de su vida cotidiana y de sus representaciones
simbólicas e ideológicas más valoradas tanto en el ámbito social como en el
individual.
La sociedad actual está marcada por el rápido
desarrollo de recursos para la comunicación y la información, por lo que se ha
denominado a veces “la era de la información”. En las últimas décadas hemos
colocado a nuestra sociedad un sinfín de etiquetas –sociedad de la información,
sociedad del conocimiento, sociedad en red– poniendo así de relieve la
importancia que las estructuras de la información y la comunicación tienen en
nuestra vida cotidiana. La magnitud de los cambios que ha sufrido nuestra
sociedad se refleja en cómo nos referimos a ella, hablando de la “revolución”,
más que de “evolución”, que se está produciendo en la información y que está
influyendo en esos cambios. Las expresiones “sociedad de la información”,
“sociedad en red” o “sociedad del conocimiento” son de corte político y no tienen
un significado preciso. Estas expresiones pueden significar más información,
más infraestructuras de comunicación, más lucro para el sector empresarial o
incluso la emancipación de los ciudadanos de nuestra sociedad. Generalmente
reflejan una visión determinista: que el desarrollo de infraestructuras y
servicios de TIC (Tecnología de Información y Comunicaciones) contribuye al
desarrollo social.
Aunque las expresiones como “sociedad de la
información” “sociedad en red” o “sociedad del conocimiento “se hayan definido
ya en términos generales, la sociedad moderna, en la que vivimos hoy, puede
definirse con más precisión.
El
debate sobre la sociedad de la información suele centrarse en cuestiones
relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y
con el potencial de Internet, en lugar de hacerlo en los cambios, más
profundos, que se están produciendo en nuestro ecosistema cultural (y de medios)
en ese nuevo contexto que han configurado las tecnologías digitales. La cultura
y la comunicación son dos conceptos estrechamente relacionados. El diccionario
Webster ofrece distintas definiciones de cultura.
1.
La cultura como un modelo integrado del conocimiento, las creencias y el
comportamiento humano, que depende de la capacidad del hombre para aprender y
transmitir el conocimiento a las generaciones posteriores.
2.
La cultura como conjunto de creencias, normas sociales y rasgos materiales de
un grupo racial, religioso o social, que vienen impuestas por la costumbre.
La
tecnología no provoca determinados efectos de manera lineal, sino en
combinación con muchos otros elementos, con los que crea una situación de
viabilidad “que sugiere un futuro posible, en lugar de determinarlo” (Hawk y
Rieder, 2008: xvii). Las complejas tecnologías que estamos utilizando ahora no
pueden contemplarse como meras herramientas que nos ayudan a superar
determinadas limitaciones (porque entonces serían técnicas, y no tecnologías):
deben considerarse como entornos
En
la actualidad utilizamos la tecnología digital casi sin darnos cuenta: está
presente en todos los segmentos del comercio, en todas nuestras transacciones
financieras, desde el cajero automático hasta las operaciones bursátiles en el
mercado de valores. Los sistemas de control de tráfico, los equipos médicos o
de otra índole, los ascensores, etc., están ya controlados por sistemas digitales,
o se activan con ellos. “La mayor parte de los formatos de los medios de
comunicación, televisión, grabación de música, películas, etc., se producen y,
cada vez más, se distribuyen por medios digitales. Estos sistemas están
empezando a combinarse con formatos digitales como Internet, la red mundial, y
los juegos de vídeo, para configurar un paisaje. En la sociedad de hoy se
pueden observar diferentes tendencias que se apoyan en gran medida en los
recursos de información y comunicación. Por un lado, las TIC y las redes
digitales son una infraestructura necesaria que facilita los procesos de
globalización, y se emplean para dar apoyo a los procesos de producción y a los
mercados globales, haciendo posible un control y una coordinación centralizados
sobre una serie de unidades de producción dispersas. Por otra parte, Internet
es una herramienta de comunicación muy utilizada por ciudadanos, activistas En
Internet, como sucede en el mundo real, no todo el mundo es igual: las
posibilidades dependen de los recursos disponibles
1.2
El papel predominante del emisor en la
sociedad red
Características de la
sociedad red
La forma como se establecen,
mantienen, modifican o destruyen estas relaciones cambia ante el nuevo
paradigma social en el que se entra a mediados del siglo XX. La nueva sociedad,
la sociedad red, nace de una revolución tecnológica basada en la información y
el conocimiento y genera una nueva economía cuyas tres características
fundamentales son:
La nueva economía es
informacional, de forma que la generación y transformación de la información
son determinantes en la productividad del sistema.
La nueva economía es global,
es decir, opera a nivel planetario.
La nueva economía está en
red, dando lugar a la empresa-red, organización económica de nuevo cuño con
alta flexibilidad y operatividad, de configuración variable y que funciona como
una red: plana en jerarquías y donde lo importante es la interconexión de los
distintos nodos.
Estas características de la
nueva economía cambian radicalmente la forma en que se dan las relaciones de
producción, experiencia y poder, redefiniendo el mercado de trabajo y el
empleo, la cultura, la política, el Estado, el consumo, etc. y las sociedades
capitalistas
A finales de la década de
los años noventa, en diversos informes, ponencias, declaraciones, estudios,
investigaciones o artículos periodísticos dedicados a la vertiginosa e
importante evolución del hombre y la sociedad frente al nuevo siglo XXI,
apareció un nuevo concepto que se ha convertido en un término de moda: la
llamada convergencia digitalde los medios y tecnologías de información y comunicación
(TICs).
Al principio, y dentro del
campo de las denominadas Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación
(NTIC), se comenzó a utilizar el concepto de la conversión tecnológica para
nombrar la integración que podía alcanzar la futura digitalización de los
procesos de producción y difusión audiovisual, pero sobre todo, a partir de la
fusión de la informática y las telecomunicaciones, lo cual dio como fruto la
llamada teleinformática, conocida posteriormente con la noción de telemática.
Sin embargo, cuando se
plantea la noción de convergencia digital de los medios de comunicación e
información dentro de este contexto tecnológico, se habla del acercamiento o
aproximación entre los medios audiovisuales de la radio y televisión digital
con las telecomunicaciones y, en especial, a partir de la aparición de la
televisión digital interactiva, sea terrestre, por cable o vía satélite, la
incorporación de la imagen en movimiento de larga duración en Internet de banda
ancha y, en un futuro muy próximo, dentro de su integración como servicios y
aplicaciones de la comunicación móvil aportada por la reciente telefonía
celular.
En realidad, impulsados por
esa convergencia digital, los rápidos y profundos transformaciones
estructurales que se producen en los medios audiovisuales y en las
telecomunicaciones, no sólo han vuelto obsoletos los marcos legales o jurídicos
que norman su funcionamiento, sino también han cambiado sus modos de acceso,
utilización y consumo de sus servicios y contenidos, así como en la preparación,
producción y realización de los mensajes y materiales que difunden, distribuyen
o transmiten.
No hay que olvidar por otra
parte, que es la propia digitalización de los medios de información y
comunicación, la base fundamental de la convergencia tecnológica, o bien la de
sus servicios o contenidos convergentes; y en tanto que desarrollo tecnológico
de la sociedad contemporánea, esta convergencia digital, merece especial
interés poder conocer y analizar todas las consecuencias sociales, económicas,
políticas o culturales que se producirán con la transformación digital de los
actuales soportes analógicos, los cuales deberán desaparecer jurídica y
tecnológicamente en los países industrialmente avanzados en el año 2012.
De
hecho, la actual convergencia digital de los medios de información y
comunicación están transformando los hábitos tecnológicos de sus diversos
usuarios, pero sobre todo, de los profesionales que trabajan en ellos, tanto en
la preparación y desarrollo de sus servicios como en la producción y
realización de sus contenidos. Y el impacto social de esta convergencia se
traduce no sólo en el campo de la mercadotecnia, el entretenimiento o la
información donde se utilizan asiduamente los medios de comunicación, sino que
también incide muy rápidamente en su aplicación para la cultura y la educación
Con esta consideración, la
importancia que actualmente tiene la convergencia digital de los medios de
información y comunicación en el ámbito de la educación y la cultura, se
visualiza otra vez a partir de la nueva oportunidad y posibilidad que las
tecnologías digitales ofrecen para: poyar y enriquecer todos
aquellos procesos pedagógicos, didácticos o de divulgación del conocimiento que
se requieren en el campo de la enseñanza y aprendizaje, en sus modalidades
presenciales, virtuales Ayudar a disminuir o suprimir la brecha digital o
fractura numérica de las poblaciones de la mayoría de los países del mundo al
introducir a través de la educación y de los espacios y actividades educativas
y culturales, un mayor y mejor acceso a los medios, contenidos, servicios y
redes de comunicación puestas a disposición en la creación de la futura
sociedad de la información y del conocimiento del actual siglo XXI. o a
distancia
1.3
Nuevos contextos de recepción, nuevos lugares de aprendizaje
Contexto de recepción
El contexto de recepción es
la perspectiva particular que da un lector a una obra, dependiendo de su edad,
historia familiar, experiencias de vida, nacionalidad, aprendizajes e incluso
su estado de ánimo. El lector interpreta una obra involucrando su historia
personal con la que aparece en el libro, entregándole sentido a lo que lee.
Siendo esta recepción de la obra totalmente subjetiva ya que los factores
determinantes dependerán exclusivamente de el lector.
El contexto de recepción es
el momento o realidad cultural que rodea la lectura de una obra determinada,
independientemente del momento de su producción. Este concepto es importante
porque justifica que cada lectura es un proceso distinto, incluso si un mismo
lector la lleva a cabo en dos momentos diferentes de su vida. el
emisor tiene su contexto y desde él escribe su obra y la cierra en el punto
final; el lector abre posteriormente esa obra y la decodifica desde otro
contexto para construir un sentido.
El contexto de recepción es
la perspectiva particular que da un lector a una obra, dependiendo de su edad,
historia familiar, experiencias de vida, nacionalidad , aprendizajes e incluso
su estado de ánimo. El lector interpreta una obra involucrando su historia
personal con la que aparece en el libro, entregándole sentido a lo que lee.
Como en todo proceso
comunicativo, el receptor de una obra dramática debe decodificar el mensaje que
el emisor (autor/actor) le comunica. El lector, en el caso del texto dramático,
al momento de hacer la decodificación, utiliza los elementos propios que le
permiten entender el mensaje. Para hacerlo, el lector debe comprender el texto
para poder analizarlo y finalmente interpretarlo.
Por lo consiguiente: En el
caso de una puesta en escena ocurre de manera similar, la comprensión se da en
el momento en que se está observando la obra; el análisis y la interpretación
son posteriores. La interpretación de una obra también tendrá que ver con el
entorno social, ya que el lector utilizará en ella sus experiencias propias.
Las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TICs) han atravesado todos los aspectos de la
nuestra vida, cambiando nuestra visión del mundo. En consecuencia, también se
han modificado y complejizado los patrones de acceso al conocimiento y de
relación interpersonal.
Este mundo tecnológico, cada
vez más complejo, nos desafía a volver, una vez más, sobre las ideas del
aprender y del enseñar. Creemos que en ese punto podremos basar una oportuna
reflexión acerca de cómo incluir tecnologías en nuestras prácticas de
enseñanza.
La reflexión sobre la
estructura y principios de funcionamiento de las tecnologías debe estar
presente en la formación de docentes. Por ejemplo, como una materia o visión
transversal de un área de materias dentro del plan de estudios de formación de
docentes.
Debemos ser realistas y no
creer que sea posible formar expertos en el uso de todas las tecnologías, sino
profesionales críticos y responsables en esta área.
Tecnología como escenario virtual de
enseñanza y aprendizaje
Requiere analizar los nuevos
escenarios que han surgido como resultado de la "hibridación" de los
modelos de enseñanza llamados tradicionales, representados por la educación
presencial y la educación a distancia como dos manifestaciones diferentes y
hasta con cierto grado de rivalidad1. Entender que la tecnología nos ayuda a
construir nuevos escenarios de interacción y enseñanza nos permite ver tres
variables interdependientes:
a) El cambio del rol de docentes y estudiantes
que supone el trabajo con TICs.
b) Las modificaciones en el perfil y la
formación de los docentes.



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